Anyone who reports online on the essentials in Barcelona, will find some of the most common highlights , such as visiting the Sagrada Familia, Park Güell, Casa Batlló, Montjuïc and Poble Espanyol, Las Ramblas and Mercado de la Boqueria, the Gothic Quarter, etc. However, even if we have few days to visit this city, we can include in our itineraries plans far from the common to take a different memory of our stay. Below we offer 8 examples.
One of the indisputable attractions of Barcelona is its maritime zone, where history and modernity are found, reflected on the one hand in its old port, where the Gothic and Raval neighborhoods converge with the emblematic fishermen and sailors neighborhood of La Barceloneta , and on the other in its lively beaches, walks with modern bars, restaurants and nightclubs, hotels that are already an emblematic element of the Barcelona skyline, such as the Hotel Arts or the Hotel W, and its Olympic village. This area is a paradise for bicycle lovers, since it has numerous bike lanes and pacified streets, and allows you to reach the Parque de la Ciutadella, former military citadel and current seat of the Catalan Parliament, and beyond to the vibrant neighborhood of Poblenou, industrial area converted into startups headquarters, restaurants and young bars, art halls, and eclectic places like the Palo Alto Market , a space that brings together street food, music and art exhibitions.
Tanto si hemos llegado a él en un paseo en bicicleta por la Barcelona marítima como si forma parte de otro itinerario por la zona, el Parc de la Ciutadella merece una visita relajada. Situado en el corazón de la ciudad, alberga algunos edificios emblemáticos como el Castillo de los Tres Dragones, del arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner, y constituye un animado paraíso urbano de 18 hectáreas con un pequeño estanque con barcas, una fuente y extensiones de césped para relajarse y quizá tomarse un tentempié. Algunas de las atracciones que más llaman la atención a los visitantes son la escultura de un mamut o una glorieta para conciertos.
Si queremos saborear la ciudad con un plan fuera de lo común con nuestros allegados en nuestra visita a Barcelona, PicnicBCN nos lo pone fácil. Sólo tenemos que elegir un menú degustación gourmet acompañado de un buen vino de la tierra y nos lo traerán con gastos de envío gratis el día y la hora que queramos al Parc de la Ciutadella..
Si queremos deleitarnos con una degustación de productos locales en un mercado emblemático, muchos nos recomendarán ir a La Boquería. Sin embargo, tenemos la opción de disfrutar de una experiencia muy parecida en otro mercado mucho menos concurrido de turistas y más representativo de la vida local de la ciudad, a 10 minutos a pie de ese punto Las Ramblas: el Mercado de Santa Caterina. Situado muy cerca de La Catedral, este lugar fue el primer mercado cubierto de la ciudad, terminado de construir en 1848 sobre un antiguo convento y remodelado en 2005 con un singular tejado ondulado de colores, a cargo de los afamados arquitectos Enric Miralles y Benedetta Tagliabue. Allí se puede degustar delicioso jamón ibérico y otros embutidos, sabrosas aceitunas conservadas y aliñadas de forma tradicional, mariscos de concha humeantes, legumbres cocidas y platos preparados y más, que se pueden maridar con vinos de denominación de origen catalanes.
El Barça no sólo es un símbolo deportivo de Barcelona, sino también un icono social y cultural. Por eso su museo, situado en las instalaciones de su estadio, es el cuarto más visitado de España, con un promedio de 1.300.000 visitantes al año es de visita obligada para los curiosos y amantes del fútbol, incluyendo la zona de trofeos y el espacio Messi, así como la visita al estadio del Camp Nou (el vestuario del equipo visitante, el túnel de jugadores de acceso al campo, la zona mixta, la zona de prensa y el mismo terreno de juego).
Si bien es cierto que la Casa Batlló y la Casa Milà (La Pedrera) son edificios modernistas (llamados también de art nouveau catalán) que tienden a centrar la atención, este estilo arquitectónico no termina en Antoni Gaudí. El Palau de la Música, en el bonito barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, concebido por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner es una joya arquitectónica que presume de ser la única sala de conciertos de este estilo que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sumergirse en la caja de música que ideó su arquitecto para albergar todas las artes decorativas que caracterizan al modernismo (escultura, mosaico, vidrieras y herrajes -con especial mención a una preciosa claraboya de cristal de colores-) para vivir la experiencia para la que fue creada, escuchar un concierto de música de los múltiples (y de diversos estilos) que hay en su agenda, es la mejor manera de disfrutar de esta obra.
La Font Màgica (fuente mágica) de la plaça Espanya es la fuente ornamental más grande de la ciudad, y fue construida, junto con las llamadas Torres Venecianas, para la Exposición Universal de 1929. La magia la ofrece la combinación de la coreografía que interpreta el salto del agua al compás de la música y el juego de efectos de luz en el interior de la fuente, pudiendo combinar hasta 50 figuras diferentes. Es un espectáculo único y apto para todas las edades, del que se puede disfrutar en horarios a partir de las 20h que varían según la época del año.
Así como la tradición vitivinícola de Cataluña viene de lejos, la moda de la cerveza artesana se remonta a tan solo unos años en esta región, momento a partir del que han proliferado joyas de la malta y el lúpulo servidas en bares especializados, restaurantes y en sus mismas fábricas que atraen a locales y foráneos. Se pueden encontrar multitud de estos locales en el mapa que ofrece esta página web.
Una de las experiencias imprescindibles que no nos podemos perder en la ciudad es observarla desde un lugar elevado que permita diferenciar sus múltiples facetas: sus trazados rectilíneos en el distrito del Eixample, el diseño más caótico de la parte antigua, sus colinas, su vertiente marítima y su cara de montaña, además de elementos característicos de su skyline, como la Sagrada Familia, la Torre Agbar, el Hotel W o la Torre de Comunicaciones de Montjuïc. Algunos de los mejores miradores de Barcelona se encuentran entre los más concurridos, como es el de los Búnkers del Carmel, pero no podemos perdernos la panorámica 360º de la ciudad que ofrece, y tal vez aprovechar para saborear algunos de los productos más característicos de la gastronomía local con unas vistas de película. Para conocer más miradores imprescindibles de Barcelona, recomendamos este post.
Disfruta de una experiencia inolvidable en el mirador de los Búnkers del Carmel u otro que elijas saboreando delicatessen locales con un vino con denominación de origen mientras gozas de las vistas más espectaculares de Barcelona. Sólo elige el día, la hora y el lugar ¡y si quieres hasta te ponemos la mesa para cuando llegues!